sábado, 4 de octubre de 2014

Cuando la vista no acompaña...

La edad, las vicisitudes de la vida y la enfermedad pueden privarnos a cualquiera del sentido de la vista, pero no de las sensaciones y emociones que desencadena ser portador de una ostomía, el miedo al rechazo, la incomodidad...

"D" perdió paulatinamente la vista debido a la diabetes. Recibió el diagnóstico de cáncer de colon con miedo pero con esperanza de sobrevivir para disfrutar de sus nietos; lo que le causó un daño irreparable fue despertar "con la bolsa"... le habían advertido de que era una posibilidad pero a él sólo le preocupaba que los niños no se querrían acercar a él con "eso".

Vinieron las largas tardes escuchando sus voces en el parque, sus carreras y sus juegos y esas horas de miedo "a oler"... poco a poco cometió el error de quedarse en casa... hasta que se deprimió.

Así llegó a nosotros, sin confianza y frustrado. Nuestra oferta de las irrigaciones le sorprendió "¿como nadie me habló de esto?" y la colaboración de su hija fue lo que acabó de convencerle.

Las personas con capacidad visual reducida no suelen poder realizar sus cuidados si son portadores de una ostomía o realizar las técnicas necesarias para tener un estoma continente; en continencia y calidad de vida tratamos de dar respuesta a estas necesidades entrenando a cuidadores para la realización de las técnicas de irrigación.

Para enrolarse en el proyecto utilice el formulario de contacto http://continenciaycalidaddevida.blogspot.com/p/cargando.html

miércoles, 26 de febrero de 2014

Si mis manos no pueden...

"B" Era un hombre del campo que con su azada y tesón labraba la tierra siempre que el tiempo lo permitía... Un sangrado 'por el curso' le puso en la pista de que algo no iba bien y le diagnosticaron un tumor de recto, lo operaron para quitárselo y salvarle la vida, pero el tumor se llevó con él algo que "B" mucho apreciaba y que dio por llamar 'decencia'.

Sus manos expertas en aprovechar los recursos de la tierra estaban "tortas" de tanto trabajar y no le servían cuando cada pocas horas tenía que cambiarse la bolsa de la colostomía, suerte que tenía a su esposa para ayudarle, pero esto hacía de "B" una persona dependiente y... distinta.

"B" se aisló en su casa, no sólo no salía a jugar la partida con los amigos sino que, aterrado por la posibilidad de 'perder la decencia', dejó de trabajar su querida tierra...

Una casualidad lo trajo a Continencia y calidad de vida, no podíamos curarle las manos pero sí tratar de conseguir que recuperara esa parte de su vida que tanto añoraba... La esposa de "B" y él aprendieron juntos la realización de las irrigaciones y pronto adquirieron la confianza y soltura necesaria.

Ahora "B" labra la tierra con su azada por la semana y su esposa sólo tiene que ayudarle una vez cada 2 o 3 días... salvo el fin de semana que "B" va a su taberna de siempre a jugar la partida con los amigos y quiere 'tener decencia'... sus manos al apretar la nuestra no eran torpes sino felices.

Para enrolarse en el proyecto utilice el formulario de contacto http://continenciaycalidaddevida.blogspot.com/p/cargando.html

sábado, 8 de febrero de 2014

La edad no es una barrera...

Algunas veces se nos pregunta qué límite de edad se aplica al cuidador principal en la realización de la técnica de irrigaciones para continencia de un paciente dependiente colostomizado y yo les cuento la experiencia de "A" un hombre que con 82 años necesitó una colostomía definitiva tras detectársele un cáncer de colon.

"A" padecía Párkinson en estado incipiente y ya no podía cambiarse él mismo las bolsas de la colostomía. Su esposa de 80 años y con problemas de visión tampoco podía hacerle los cambios correcta y regularmente y el resto del apoyo familiar tenía que afrontar un cáncer de mama avanzado. 
Así lo expresaba la esposa de "A":  "no teníamos bastante con lo de la hija que fíjate lo que tiene mi marido y yo no me arreglo, tiene que ser mi yerno el que le cambie la bolsa" Hasta que, una noche... "esta noche que no había nadie en casa se soltó la bolsa y mancho toda la cama y estuvimos esperando a que mi yerno viniese y le pusiese de nuevo la bolsa y pasamos la noche en vela"

Fue el propio entorno familiar el que buscó la solución de "continencia y calidad de vida"; "A" tuvo continencia de 24 horas desde la 1ª irrigación y al 5º día su esposa ya le realizaba las irrigaciones cada 48 horas y así durante los 11 años que "A" sobrevivió a su cáncer de colon.

Nuestro proyecto ofrece la oportunidad de realizar este cambio en la vida del paciente dependiente y sus cuidadores.

Para enrolarse en el proyecto utiliza el formulario de contacto http://continenciaycalidaddevida.blogspot.com/p/cargando.html

domingo, 2 de febrero de 2014

Presentación

Hola, bienvenidos a este blog mediante el cual trataremos de explicar el proyecto de Continencia y calidad de vida para pacientes dependientes con colostomía que encabeza Enrique Bello Vidal.

Enrique es Enfermero del Hospital El bierzo y estomaterapeuta titulado desde 1992. Pese a que su centro de trabajo carece de espacios o unidades específicas de atención a pacientes ostomizados cientos de personas pueden referir su trabajo en los últimos años.

Ahora Enrique ha lanzado su proyecto de doctorado para mostrar cómo los pacientes dependientes y sus cuidadores se pueden beneficiar del uso de las irrigaciones para alcanzar un control eficiente de su colostomía.



Para enrolarte en el proyecto utiliza el formulario de contacto.